Los beneficios de la dieta mediterránea combinada con ejercicio físico en personas mayores hospitalizadas

Las personas mayores hospitalizadas que no siguen una alimentación basada en la dieta mediterránea podrían beneficiarse de un programa de ejercicio físico para prevenir la discapacidad asociada a la hospitalización, según un estudio publicado en el Journal of Nutrition and Healthy Aging. Esta investigación, liderada por expertos del Hospital Gregorio Marañón y la Universidad de Barcelona, destaca la importancia de incluir la dieta mediterránea como variable evaluada al ingreso de los pacientes mayores, con el objetivo de diseñar estrategias personalizadas para prevenir la pérdida de habilidades en las actividades de la vida diaria.

Ejercicio físico y educación en la salud mejoran el estado funcional

El estudio señala que las personas mayores hospitalizadas que siguen una dieta mediterránea y realizan un programa de ejercicio físico y educación en la salud mejoran su estado funcional de manera significativa. Además, se destaca en una editorial de la revista la importancia de investigar los efectos de los patrones dietéticos en la prevención de la discapacidad asociada a la hospitalización.

Un programa básico de ejercicio para pacientes mayores

La discapacidad asociada a la hospitalización puede tener repercusiones económicas, de reingresos e incluso de mortalidad. Por ello, las intervenciones con ejercicio físico durante la hospitalización se han posicionado como estrategias seguras y efectivas para prevenir el deterioro funcional en las personas mayores. El estudio se basa en el proyecto AGECAR-PLUS, que evaluó a 260 pacientes de 75 años o más en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón.

La dieta mediterránea y su relación con el estado funcional

El estudio analizó el grado de adherencia a la dieta mediterránea, los niveles de polifenoles en orina, el estado funcional y otros parámetros de salud en pacientes mayores hospitalizados. Los resultados mostraron que aquellos pacientes que realizaron el programa de ejercicio físico y educación sanitaria experimentaron una mejora significativa en su estado funcional al ser dados de alta. Además, se observó que seguir una dieta mediterránea saludable está relacionado con un menor riesgo de deterioro físico y fragilidad en personas mayores.

Este estudio subraya la importancia de combinar la dieta mediterránea con el ejercicio físico en personas mayores hospitalizadas, como una estrategia para prevenir la discapacidad asociada a la hospitalización. Estos hallazgos abren la puerta a la implementación de programas personalizados que promuevan un envejecimiento saludable y una mejor calidad de vida en las personas mayores.