El pasado dieciseis de febrero los Cronistas de la Villa sostuvimos un intercambio de impresiones con el regidor Martínez Almeida. La tarde de ese día moría el cronista Ángel del Río, poco tras la asamblea. A exactamente la misma asimismo asistió, como acostumbraba a hacer prácticamente siempre y en toda circunstancia, don Enrique de Aguinaga, haciendo gala de su longevidad: noventa y nueve años. Hoy ha fallecido en la capital de España.

Enrique de Aguinaga nació en la localidad cacereña de Valverde del Fresno el dos de octubre de mil novecientos veintitres. Su vida la dedicó al periodismo y a la docencia del mismo. Además de esto ocupó cargos administrativos en el Municipio de la Capital, entre ellos el de directivo gerente de Mercamadrid.

Su vida profesional en la información se desarrolló en los diarios Arriba, La Vanguardia, La Voz de la capital de España, Ya, Hoja del Lunes, la agencia Pyresa y Radio Nacional de España. Aún, hace una década, estaba al frente de la dirección de la gaceta La Ilustración de la capital española, ya desaparecida. Fue secretario de la capacitad de Ciencias de la Información en la Universidad Complutense, de la que era Catedrático Retirado de Periodismo.

Asimismo dejó escritos doce libros de diferente género, entre Los alcaldes de Isabel II, Periodismo y cronistas en el la capital española de la primera Restauración, El Gran Jubileo y las versistas, y la villa de Madrid, empresa nacional.

El diez de enero de mil novecientos noventa y seis ingresó en la Real Academia de Doctores de España pronunciando el alegato Dimensión científica del periodismo.

El treinta y uno de julio de mil novecientos cincuenta y cuatro, siendo regidor el Conde de Mayalde, fue nombrado Cronista Oficial de la Villa junto Francisco Serrano Anguita. Se reconocía así su intensa dedicación a la información sobre la capital de España. Desde ese nombramiento se implicó asimismo en la Real Asociación De España de Cronistas Oficiales.

En el libro Memoria mínima de la capital española, en el que Mari Ángeles Melero disecciona el nombramiento honorífico de cronista, y recensión a quienes lo han sido desde su fundación, declaraba Enrique de Aguinaga:

–La designación honorífica de los cronistas es un acto potestativo del Municipio. No sería apropiado atribuirle consecuencias funcionales, que requieran savia aproximadamente nueva, ya que la única función del cronista es de carácter pasivo, simbólico y no vinculante.

La lógica mengua de facultades físicas debida a la edad no le frenó para asistir a cualquier requerimiento del Municipio a los cronistas. Siempre y en toda circunstancia presumía sobre los alcaldes que había conocido y tratado durante su vida. Preservó íntegras sus facultades mentales y una excepcional memoria hasta los últimos días de su vida. Ello le dejaba aportar una visión histórica a cuantos temas se nos proponían. Gran apasionado al teatro, aún esta temporada ha acudido a ciertos estrenos de los teatros municipales.

Desde su nombramiento como Cronista en el convocado año de mil novecientos cincuenta y cuatro, transcurrieron 22 años hasta el que el Municipio reanudó la tradición, iniciada con Ramón Mesonero Romanos. En dos mil once se incorporaron por vez primera al cuerpo de cronistas, 3 mujeres. Hoy en día Andrés Ruiz Tarazona y Luis Prados de la Plaza, son los cronistas de más edad, los dos por sobre los ochenta años.

Los restos mortales de don Enrique de Aguinaga han sido trasladados al Tanatorio Norte, de la calle Valdegovía, ocho.

Almeida lamenta la pérdida

El regidor de la capital de España, José Luis Martínez-Almeida, ha lamentado el fallecimiento del decano de los miembros numerarios del Instituto de Estudios Madrileños y Cronista de la Villa de la capital de España, Enrique Aguinaga.

«Se nos ha ido parte de la historia de nuestra urbe. Gracias Enrique por tu vida dedicada a conservar el legado histórico de la capital española», ha publicado el regidor en sus redes.