Cuando oímos la palabra crucero nos viene a la cabeza el típico barco que recorre los puertos más importantes del Mediterráneo como Barcelona. No obstante, esta visión es un tanto limitada, ya que existe otra modalidad de cruceros cada vez más en auge. Nos referimos a los cruceros fluviales. 

Aunque estamos acostumbrados a ríos con relativa poca distancia de orilla a orilla, existen algunos con unas dimensiones superiores que permiten la navegación a lo largo de varios kilómetros, con travesías que permiten conocer un país a través de un solo cauce. Nos referimos a ríos como el Rin, el Danubio, el Mekong o el propio Duero. Sin embargo, antes de tomar una decisión precipitada hay que elegir con cuidado nuestro destino.

Aspectos a tener en cuenta para la elección de un crucero fluvial

En la actualidad, gracias a Internet disponemos de comparadores de todo tipo: para productos y artículos de uso cotidiano, para tarifas, restaurantes etcétera. Los cruceros fluviales no son una excepción. Un comparador de cruceros fluviales de lujo nos permite discernir entre las opciones más asequibles y más caras, de mayor o menor duración, en Europa, Asia u otras regiones y multitud de aspectos más. Existen diferentes navieras en Europa con cruceros fluviales, como CroisiEurope, Panavision, Emerald Waterways o muchas más, con una gran variedad de ofertas entre las que seleccionar la que más se adapte a nuestros gustos o a nuestro presupuesto. Ahí radica la importancia de utilizar un comparador a la altura, ya que cada compañía tiene un estilo diferente y no todas cubren todos los ríos, algo que sería prácticamente imposible ya que sería necesaria una flota fluvial adaptada a las circunstancias de cada río.

Antes de tomar ninguna decisión, conviene informarse y tener en cuenta las expectativas que se pueden depositar en este tipo de cruceros. Poca gente queda insatisfecha con el resultado, ya que es una garantía de hacer turismo sin tener que preocuparse por el hotel y potencialmente muy relajable. No obstante, si tenemos en mente los cruceros oceánicos, las características varían. Las embarcaciones son, evidentemente, más reducidas para poder transitar los ríos (a veces incluso para pasar por debajo de puentes). Esto tiene como ventaja que viajaremos más holgados, con menos aglomeraciones. Respecto a los puertos, el número es inferior debido a las limitaciones geográficas. Si se sigue un solo cauce, hay, como es lógico, menos destinos que ante la inmensidad de la costa, no obstante, esto es una ventaja ya que permite hacer turismo de manera más detenida, algo que difiere del modelo de crucero oceánico basado en la visita fugaz para “hacerse la foto”. Por último, otro aspecto positivo de los cruceros fluviales es que, en casi todas las navieras, está incluida la comida y la bebida en el precio, de manera que es otra preocupación menos a la que prestar atención.

Las mejores fechas

Respecto a las fechas, el período de cruceros fluviales abarca de marzo a diciembre, ya que en invierno los ríos pueden congelarse y ser impracticables. No obstante, algunos como el Rin o el Danubio tienen más disponibilidad, y son una elección acertada en casi cualquier fecha del año. Teniendo en cuenta todo esto, el comparador que utilicemos debe cubrir algunos factores imprescindibles, como la flexibilidad de flechas, la experiencia en el sector, la limitación del presupuesto, o la cantidad de navieras especializadas en cruceros fluviales a elegir.En definitiva, elegir un buen crucero fluvial depende, a su vez, de elegir el mejor comparador al tratarse de un tipo de turismo bastante específico. Si prestamos atención a estos detalles, podrás elegir un crucero que representa algo más que un simple trayecto turístico esporádico, sino una oportunidad de conocer mundo, otros países y culturas de una manera original, cómoda y económica. Será, sin lugar a dudas, una experiencia que tú y tus acompañantes tendréis para siempre en vuestra memoria.