No hay una única respuesta a esta pregunta, ya que dependerá del uso que se le dé al espacio. Si es un lugar de trabajo, deberá llevar un tipo de iluminación y si es un lugar de relajación, otro. Te enseñamos todo sobre la luz cálida y la luz fría.
La luz cálida para los espacios de relajación
La luz cálida simula la luz del atardecer en el sentido de que tiene un tono anaranjado y amarillento similar al de la luz natural en las horas finales del día. Si a esto le sumamos una luz decorativa tipo Flowerpot lámpara, puede ayudar a crear un ambiente relajado y acogedor en una habitación, ya que la luz cálida suele ser asociada con la tranquilidad y la calma.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la luz cálida no es exactamente igual a la luz del atardecer, ya que la luz natural cambia de tonalidad e intensidad a lo largo del día, y la luz artificial no puede reproducir completamente esa variedad.
Hay personas que eligen comprar una luz roja para sus estancias y la usan en los momentos en que ya cayó el sol. Este truco de “biohacking” va acompañado de otras medidas como el uso de lentes bloqueadores de luz azul.
También es posible cambiar la configuración de las pantallas para que emitan menos luz azul, que es nociva para la producción de melatonina y por lo tanto atenta contra un buen descanso. Según la Sociedad Española de Neurología, más de 4 millones de españoles padecen algún tipo de trastorno de sueño, por lo tanto son cada vez más las personas que aprovechan estos consejos para dormir mejor.
La luz fría para los espacios de trabajo
La luz fría se utiliza en espacios de trabajo porque tiene un tono azulado y blanquecino, similar a la luz natural del día. Esta luz es más adecuada para tareas que requieren concentración, como leer, escribir o trabajar en un ordenador, ya que ayuda a mantener la alerta y la atención. Además, la luz fría también puede ayudar a combatir la fatiga visual y la somnolencia, lo cual es especialmente importante en entornos de trabajo donde se requiere estar concentrado durante largos periodos de tiempo.
Además, la luz fría también tiene un alto índice de reproducción de color, lo que significa que los colores se ven más precisos y naturales bajo esta luz. Por lo tanto, es especialmente útil en espacios de trabajo como talleres de arte, estudios de diseño o laboratorios de investigación.
Conclusión
La luz cálida es mejor para crear un ambiente acogedor y relajado, mientras que la luz fría es más adecuada para tareas que requieren concentración, como leer o trabajar en un ordenador. Sin embargo, dependiendo del uso que se le vaya a dar a una estancia, puede ser recomendable utilizar una combinación de ambas. Por ejemplo, si se desea crear un ambiente de lectura, se pueden utilizar luces cálidas en el techo y luces frías en la mesa de lectura.