Al margen de las dolencias de nuestros órganos digestivos, respiratorios, urinarios, o de otros aparatos o sistemas de nuestro cuerpo, las dolencias más habituales radican en nuestras extremidades, articulaciones y huesos. Estos problemas son tratados por los traumatólogos, médicos especializados en las lesiones del aparato locomotor, tanto musculares como de los huesos. Dentro de esta rama de la medicina, existen distintos niveles de especialización, dependiendo del público al que está orientada o la localización de las dolencias. En el primer caso nos referimos a la traumatología pediátrica, la traumatología forense y la traumatología deportiva; con el segundo, nos referimos a los traumatólogos que se especializan en partes concretas del cuerpo, destacando la rodilla y otras articulaciones, como la columna, los huesos y músculos maxilofaciales, etcétera.
Una de las lesiones traumatológicas más comunes, son las que se dan en los abductores, músculos que tienen un papel fundamental para el movimiento de las piernas. Ahora bien, veamos por qué se producen estas lesiones y cómo tratarlas con la atención de un traumatólogo.
Por qué se producen las lesiones en los aductores
Al tratarse de un músculo, la principal causa de su lesión es el sobreentrenamiento o sobreesfuerzo deportivo. Más allá de prácticas demasiado intensas, también puede deberse a malas prácticas, como la repetición de una zancada forzada; o en el caso de ejercicios demasiado intensos, el entrenamiento en cuestas y escaleras.
Por otro lado, la ruptura de sus fibras y la descomposición entre los aductores y músculos rectos del abdomen, pueden suponer un desequilibrio que fomente la lesión de los aductores, al no poder realizar su función con facilidad.
Hay que tener cuidado con realizar cambios bruscos de dirección con el cuerpo, los bloqueos articulares del sacro, y prestar atención a malformaciones, como pierna corta o larga anatómicamente, para lo que se recomienda el uso de calzado con cuñas o plantillas en caso de ser diferencias de escasa longitud.
Todas estas prácticas negativas para nuestro organismo, o patologías, pueden derivar en lesiones con dolores localizados en los aductores. Las más comunes son la tendinitis y la osteopatía del pubis, provocada esta última por el desequilibrio entre los aductores y los músculos rectos del abdomen.
Cómo tratar las lesiones en los aductores
En primer lugar, es necesario acudir a un especialista, para que mediante la observación, el análisis de los dolores y el estado de nuestro músculo, pueda dictaminar un diagnóstico. Las lesiones más comunes son la artritis, la artrosis y el choque femoroacetabular, consideradas lesiones degenerativas, y otras como hernias inguinales, infección ganglionar, puntos gatillo de psoas, recto del abdomen cuadrado lumbar aductores y cuádriceps, patología del nervio pudendo, dismetría de miembro inferior, entre otras.
Lo más importante es saber cómo combatirlas. Dependiendo del nivel de gravedad de la lesión, el médico procederá de uno u otro modo. Es común el tratamiento con masajes terapéuticos de descarga, un método indoloro y usado como primera instancia para lesiones leves. Por otro lado, las manipulaciones o movilizaciones del músculo, del sacro y estiramientos de los tres aductores, suelen ser fundamentales para la recuperación.
Si el origen de esta lesión es el bloqueo pélvico, la decoaptación de las ramas púbicas es la solución. Consiste en maniobras para liberar la presión producida por un impacto constante.
En el caso de tratarse de un problema motivado por una diferencia de longitud entre ambas extremidades inferiores, se procederá a realizar un estudio de la capacidad lesiva de esta dismetría, el estudio de la pisada y, en caso de ser necesario, el diseño de una plantilla para solucionar este problema.
En algunos casos se recomienda la práctica de ejercicio físico y actividades deportivas con intensidad moderada, y con una selección de ejercicios que favorezcan a la recuperación de la lesión, sin que empeore al forzar la musculatura.
En cualquier caso, ante alguna dolencia muscular más molesta de lo normal y que presente síntomas extraños, no hay que dudar en acudir a un especialista, para que diagnostique el problema, si lo hay, y ponerle solución cuanto antes.