Colapso en el Hospital Universitario La Paz: Medidas para afrontar la crisis
Tras la situación de «colapso» experimentada en el servicio de Urgencias del Hospital Universitario La Paz el pasado martes, se han implementado diversas acciones para hacer frente a esta complicada situación, causada por la afluencia masiva de pacientes relacionada con el Covid-19 y la ola de calor. Estas medidas, entre las que se incluyen la recuperación de camas cerradas y la agilización de traslados, han permitido que el servicio vuelva a un estado de normalidad pleno.
Una de las iniciativas adoptadas fue la apertura de una sala en Urgencias con capacidad para atender a 18 pacientes. Además, se han habilitado camas y se han acelerado los traslados hacia el Hospital Enfermera Isabel Zendal y otros centros de atención médica.
Normalización de la situación y camas disponibles
La adopción de estas medidas, sumada al proceso de dar altas a los pacientes que ingresaron por Urgencias, ha logrado no solo normalizar por completo la situación en el servicio, sino que también existen camas disponibles, según informó la Consejería de Sanidad a Europa Press.
El martes, 31 trabajadores del hospital presentaron un escrito ante el juez de guardia para denunciar el riesgo evidente para la seguridad y la salud mental de los empleados debido al colapso en Urgencias. En el documento, se mencionaba que a las 8 de la mañana de ese día, había 70 pacientes a la espera de ingresar o ya ingresados en los pasillos, mientras que el hospital tenía 435 camas cerradas.
Situación coyuntural y medidas adoptadas
La dirección del hospital ha explicado que se han tomado una serie de medidas para resolver esta situación coyuntural. En el área de Urgencias, se ha habilitado una sala con capacidad para 18 pacientes en los hospitales Carlos III y Cantoblanco. Asimismo, se está revaluando la atención de algunos pacientes para determinar si pueden ser tratados por la Unidad de Hospitalización a Domicilio.
De manera paralela, se han habilitado camas en las plantas de hospitalización, donde se han trasladado numerosos pacientes que estaban en espera, y se han acelerado los traslados al Hospital Enfermera Isabel Zendal y otros centros.
La situación se produjo debido a la afluencia superior a la habitual en esta temporada registrada en el servicio de Urgencias de adultos, debido al repunte de casos de Covid-19 y las altas temperaturas. Estos factores agravaron la situación de los pacientes pluripatológicos, especialmente los de edad avanzada y aquellos con afecciones respiratorias o cardíacas.
Durante los meses de verano, la demanda asistencial disminuye debido a la salida de la población de la región, lo que reduce tanto las urgencias totales como la necesidad de ingreso. Por esta razón, se reorganiza el número de camas, ajustando su funcionalidad según las necesidades.
Desde el hospital, aseguran que esta reorganización estival se lleva a cabo para llevar a cabo numerosas obras de mejora y tareas de mantenimiento, especialmente en aquellas plantas donde no es posible la presencia de pacientes hospitalizados, como ocurre en otras épocas del año.