Se calcula que el 3 % de las personas comercian con criptomonedas, y cada vez son más las que se interesan por los famosos bitcoins, ripples o litcoins

Aunque ya no esté bajo el foco de la atención mediática, el dinero digital lleva ya más de 10 años funcionando sin descanso

Hace unos años no se hablaba de otra cosa. Aparecieron unas monedas virtuales que parecían sacadas de una película de ciencia ficción, y todos los medios de comunicación y personas expertas se pusieron a hablar de ello. Para algunas personas, era el fin del dinero físico, para otras las criptomonedas estaban destinadas al fracaso. En cualquier caso, lo que está claro es que fueron una novedad sorprendente y que hoy se ha demostrado que han venido para quedarse. Todo el mundo conoce los famosos bitcoins, pero no mucha gente sabe que hay muchas otras criptomonedas, o cómo funcionan.

¿Cómo funcionan las criptomonedas?

La primera en aparecer fue el Bitcoin (BTC), en el año 2008, y desde entonces le siguieron otras como los ripple, los ether, los litcoin, los deeponion o los dash. Aunque a grandes rasgos funcionan como una moneda de toda la vida, es decir, sirven para comprar y vender; su funcionamiento es algo más complejo. Estas criptomoendas funcionan utilizando criptografía, de ahí su nombre, y el control de cada moneda funciona a través de una base de datos. Esta base de datos suele ser lo que se conoce como una cadena de bloques, lo que las hace extremadamente seguras. Esta teconología blockchain no permite falsificaciones y todas las operaciones son públicas -aunque anónimas-, por lo que es posible rastrearlas.

Esa es una de sus principales ventajas, sumada a que son monedas descentralizadas, que no dependen de Bancos Centrales ni de gobiernos, pero sí pueden pertenecer a empresas o corporaciones, como es el caso de la criptomoneda de Facebook, Libra.

Comprar, vender e invertir en criptomonedas

Su gran seguridad es la que hace que muchas personas decidan invertir en criptomonedas. 
El dinero físico es imprescindible y no debemos ver las criptomonedas como sus sustitutas, sino como una divisa más. Hoy en día cerca de un 3% de las personas comercian con ellas, ya que puede hacerse desde cualquier lugar en el que haya conexión a Internet.

Este dinero virtual no se guarda ni se retira en los bancos, sino en wallets (monederos en inglés), que no son otra cosa que softwares que permiten acceder a las monedas. Una especie de casa de cambio en Internet, que además proporciona información sobre cómo evoluciona el valor de los ripple o los bitcoins, entre muchos otros. 

Para comprar y vender utilizando las criptomonedas es importante informarse bien sobre su valor, su cotización y su funcionamiento, y contactar o consultar con personas profesionales si es necesario. Por suerte, la expansión de Internet no solo se traduce en la creación de divisas digitales, sino en la existencia de cientos de blogs, artículos y páginas especializadas a las que podemos acurdir en busca de información.