Aumento de agresiones en centros educativos
El estudio del Defensor del Profesor de ANPE revela un preocupante incremento en las agresiones hacia los docentes en los centros educativos, incluso llegando al uso de armas blancas. Durante el curso 2022-2023, el **7 por ciento de las actuaciones** realizadas estuvieron relacionadas con agresiones de alumnos a profesores, un punto porcentual superior al año anterior. Además, las agresiones de padres a docentes se han mantenido en un **3 por ciento**, lo que representa un escenario alarmante.
Este aumento de agresiones lleva a la coordinadora estatal del servicio del Defensor del Profesor, Teresa Hernández Jiménez, a hacer un llamamiento para que **todas las agresiones sean inmediatamente sancionadas como faltas muy graves con expulsión y cambio de centro**. Es fundamental actuar con contundencia para proteger a los profesionales de la educación y garantizar un entorno seguro en los centros escolares.
Aumento de casos de ciberacoso y violencia física
El informe también destaca un incremento en los casos de ciberacoso, falsas acusaciones, agresiones físicas y acoso encubierto. Según el estudio, el **22 por ciento de los docentes** informan de faltas de respeto de los alumnos, el **21 por ciento** de problemas para dar clase, y otro **20 por ciento** de falsas acusaciones. Esto refleja la complejidad de los problemas a los que se enfrentan los profesionales de la educación en la actualidad.
Además, el Defensor del Profesor señala un aumento de casos relacionados con la digitalización, como el ciberacoso al profesor, suplantación de identidad en redes sociales, envío de amenazas o presión para subir las notas. También resalta la preocupante intensificación de los casos de violencia física en los centros educativos.
Por niveles educativos, el colectivo que más ha contactado con el Defensor del Profesor han sido los docentes de Educación Secundaria, seguido por los de Primaria, Formación Profesional e Infantil, mostrando una tendencia al alza en todos los niveles.
Es evidente que la sociedad debe prestar mayor atención a estos problemas que afectan a los docentes y que amenazan la integridad de los centros educativos. El uso adecuado de la tecnología y la prevención del ciberacoso son clave para garantizar un entorno seguro y saludable para el desarrollo educativo.