Si estás preguntándote cómo puedes potenciar al máximo tu negocio, es importante que memorices esta idea: ofrecer una buena calidad en tu producto no es garantía de éxito. Por el contrario, en la conquista del usuario entran muchos otros factores en juego, y todos ellos pasan por detectar cuál es nuestro público objetivo y qué necesidades podemos cubrir con nuestros productos. Uno de los criterios básicos a la hora de definir nuestro target es la segmentación de mercados. A continuación, profundizaremos acerca de este concepto y te daremos todas las claves para que puedas aplicar esta técnica de forma eficaz. ¿A qué estás esperando?
¿Qué es la segmentación de mercados y cómo contribuye a nuestras ventas?
1. Qué es la segmentación de mercados
Para definirla rápidamente, podemos decir que la segmentación de mercados es una estrategia de marketing destinada a mejorar los resultados de ventas. Para ponerla en práctica, deberemos dividir nuestro mercado en función de sus distintos canales de distribución, de sus deseos y sus demandas.
Además, aplicando esta especie de filtros, podremos acercarnos más al potencial comprador (o al “cliente ideal”, también conocido como buyer persona) y ofrecerle un valor añadido que, de cualquier otra manera, estaríamos obviando. Así, poco a poco, iremos trazando un perfil de cliente más exacto. .
2. Qué tipos de segmentación puedes aplicar
En función de las características de tu producto, podrás priorizar un tipo de segmentación u otro. A continuación, te brindamos algunos ejemplos de las aplicaciones más populares para la detección de un buyer persona.
1. Segmentación de comportamiento. Aquí entraría a valorarse cuál es la actitud del consumidor respecto a tu producto. ¿Qué uso le daría? ¿Con qué frecuencia? ¿Sería un uso exclusivo o requeriría algún otro producto? Estas preguntas son un buen punto de inicio, así que, antes de nada, plantéatelas.
2. Segmentación geográfica. No es muy difícil intuir que los criterios que valoraremos en esta modalidad se ciñen a cuestiones puramente estadísticas. Algunos ejemplos: edad, género, ocupación, nivel educativo, nivel de ingresos…
3. Segmentación demográfica. Es otra de las clasificaciones más básicas, aunque no por ello menos útil. Como imaginarás, se trata de la residencia de nuestros usuarios, que puede hacer referencia a países, regiones, ciudades o códigos postales.
4. Segmentación psicográfica. Vamos un paso más allá. Ahora no solo valoraremos el uso del producto o datos, sino el estilo en general de nuestros clientes, ya sean afianzados o potenciales. ¿A qué dedican su tiempo libre? ¿Cuáles son sus deseos? ¿Qué imagen les interesa proyectar?
5. Segmentación ocasional. Una vez hayamos detectado cuáles son las características comunes a nuestros consumidores, así como también sus preferencias, debemos plantearnos qué uso ocasional pueden hacer de nuestro producto. Qué situaciones puntuales pueden llevarles a necesitarlo.
Esperamos que te haya resultado útil conocer esta estrategia de marketing para conocer mejor cuál es tu target y, en consecuencia, poder multiplicar tus ocasiones de ventas por llegar al público adecuado. Como siempre, te animamos a que nos dejes un comentario con tus impresiones sobre el artículo y tus experiencias a la hora de aplicar esta técnica. ¡Esperamos leerte!