La Plaza del Rollo -tras la Casa de la Villa- se ha transformado ya en un sitio para la memoria histórica de la mano del escultor José Miguel Utande. El Municipio de Capital ha estrenado esta mañana el monumento que honra a los cuatrocientos cuarenta y nueve madrileños deportados a campos de concentración nazis. El acto ha contado con la presencia del regidor, José Luis Martínez-Almeida, que ha recordado que «hacemos un homenaje tardío mas justo que se proyecta sobre el futuro de la urbe».

Se refiere al recorrido efectuado desde dos mil diecisiete cuando, la empresa dirigida por Manuela Carmena, aprobó unánimemente esta iniciativa que los trámites administrativos y la pandemia han hecho que tardara en materializarse. Conforme Martínez-Almeida, este conjunto escultórico es «la mejor manera de prevenir un episodio de violencia tan brutal y hace que todos tengamos conciencia de lo que sucedió«.

El monumento consta de 5 piezas que alcanzan una altura de hasta 5 metros. 3 de ellas se erigen como Los ‘Áboles de los Sueños’ y hallamos los nombres de los madrileños deportados a Mauthausen anotados en ellos. Ahora, hallamos ‘La Puerta de la Libertad’, el factor en el centro y de mayor tamaño del conjunto. Finalmente, la pieza que acoge el ‘Juramento de Mauthausen’ donde el regidor y Concha Díaz, vicepresidenta de Amical, han llevado a cabo una simbólica ofrenda floral.

El artista José Miguel Utande ha reconocido que ha sido un proceso «realmente difícil y largo» y ha querido dar las gracias el «entusiasmo de la precedente empresa» en comparación con proyecto y el apoyo que «desde el primer instante» le siguió dando Almeida. Por su lado, el regidor ha reconocido que «solo desde el mejor artista y escultor podríamos hacer el mejor homenaje» y ha puesto en valor la relevancia de «rememorar a los diez españoles deportados a campos de concentración nazis«. Con respecto a la localización, ha querido insistir en que «un sitio tan singular como la Plaza de la Villa no es trivial» y ha sentenciado que el pacto que ha provocado este memorial «es reflejo del corazón y la memoria de todos y cada uno de los madrileños«.

«Todos somos deudores suyos»

En el acto asimismo estaban el embajador de Austria, portavoces y concejales de todos y cada uno de los conjuntos políticos y las comunidades judías de la capital española. Concha Díaz ha tomado la palabra como cara perceptible de Amical, la asociación que reúne a los exdeportados republicanos de los campos de concentración del nacionalsocialismo, como a los familiares y amigos tanto de asesinados como de supervivientes.

Díaz ha querido poner en valor a los hombres y mujeres republicanos españoles que fueron deportados entre mil novecientos cuarenta y mil novecientos cuarenta y cinco a campos nazis por «su condición de luchadores antifascistas» que, sin titubear, «se encararon al ocupante». En su alegato, ha señalado la osadía de estas personas «en un ambiente infernal» y la solidaridad que pusieron en práctica con un «papel vanguardista en la resistencia furtiva». Las fotografías robadas por los republicanos españoles como sus testimonios «fueron indispensables en los Juicios de Núremberg a fin de que el planeta conociese lo sucedido». Como punto final ha querido dar las gracias a los demócratas españoles su «servicio a la libertad y la lucha contra la ignorancia y el olvido» para rememorar que «todos somos deudores suyos».