En cuanto a construcción y remodelación de cuartos de baño, la grifería empotrada es una de las modas que más fuerte ha pisado en hogares de todo el mundo, por su estética y utilidad. Por si estás pensando en instalar una, te contamos de qué se trata y cuáles son sus ventajas para el uso diario. 

La grifería empotrada viene imponiéndose como una de las modas más fuertes en lo que a construcción de baños respecta. Se trata de un diseño cómodo, moderno y sin dudas atractivo, y es probable que lo hayas visto más de una vez en baños de restaurantes, bares, discotecas, o incluso en la casa de algún amigo o conocido.

¿De qué se trata?

Una griferia empotrada es aquella que está conectada directamente a la pared, es decir que no sale de la superficie del lavabo, como la grifería convencional. Puede hacerse lo mismo con las duchas o los grifos de la bañera, funcionando exactamente de la misma manera. En el caso de las bañeras, a veces el grifo está conectado al suelo, en vez de salir de la pared. 

Así, los lavabos se mantienen a una distancia estratégica del grifo, para facilitar la limpieza y asegurar un lavado cómodo, ya que de estar el grifo muy alto o muy bajo puede presentar dificultades para su uso. 

Este es uno de los aspectos más importantes a tener cuenta a la hora de contemplar su instalación. Es cierto que ésta puede ser un tanto más complicada que en el caso de la grifería convencional, ya que de la grifería empotrada debe encargarse sí o sí un profesional. 

¿Cuáles son sus ventajas?

La grifería empotrada tiene muchas ventajas. El hecho de que su instalación sea un poco más difícil no quita que valga la pena una vez terminada. Probablemente uno de sus puntos más fuertes sea la limpieza. Al estar el lavabo separado, estos sistemas resultan considerablemente más fáciles de higienizar. 

No hay pliegues incómodos ni zonas de difícil acceso. Sucede lo mismo con el Grifo bañera exenta, es decir, conectadas al suelo. Éstas son otro tipo de conexiones que comparten la mayoría de las características de las empotradas, y se denominan autoportantes. Su terminación es una de las más elegantes, y especiales para cuartos de baño en los que se dispone de mucho espacio

Otra de las ventajas de la grifería empotrada es la practicidad. Además de ser más fáciles de limpiar, permiten una mayor utilización del lugar a su alrededor para ubicar otros elementos importantes (como perfumes o jabones) o para desplazarse cómodamente. 

Es por esto que también aportan al generar una estética moderna y minimalista, aunque ésto depende del modelo elegido y de los colores. Una griferia dorada, por ejemplo, puede dar una sensación de elegancia, dándole al cuarto de baño un estilo clásico. Éstas muchas veces son usadas para baños de apariencia vintage o retro, en los que colabora el uso de mármoles o cerámicos tanto en el suelo como en las paredes. 

Para darle otro tipo de estética más industrial, podría optarse por otra de las grandes opciones dentro de los modelos disponibles: la griferia negra. Esta es tendencia y muy utilizada en baños en los que abunda el blanco o los colores claros, para establecer un contraste elegante y moderno, aunque también podría generar un gran impacto en conjunto con tonos madera o colores opacos. 

Tipos de grifería empotrada

Existen dos tipos de grifería empotrada. Ya hablamos de la empotrada clásica, cuya característica principal es que se encuentra adherida a las paredes y no a las superficies de los lavabos o bañeras. Pero, además, existe la grifería termostática

Ésta también consiste en grifos adheridos a las paredes, con el añadido de que, a través de un innovador sistema mecánico, el agua se mantiene con la misma temperatura. Este sistema detecta cuando se está expulsando agua demasiado fría o demasiado caliente, y se encarga de regular para equilibrar el termostato. 

De esta manera, tanto al lavarnos las manos como al ducharnos o llenar la bañera, no percibimos abruptos cambios en el agua ni sufrimos quemaduras imprevistas.