El momento de firmar una hipoteca es un momento ansiado por todos desde que conocemos que nos ha sido concedida. No obstante, antes de que se dé esta circunstancia, es de vital importancia asegurarse de que todos los procedimientos necesarios se han completado para que sea posible firmar con seguridad y garantías.

Actualmente, aunque la información que poseemos a la hora de pedir y recibir una hipoteca ha mejorado respecto a décadas anteriores, sigue siendo necesario hacer accesible una información como la siguiente a todo el mundo:

Pasos imprescindibles a seguir antes de firmar la hipoteca

1. Transmitir toda la información a la entidad bancaria. Es vital que la entidad bancaria cuente con toda la información personal que podamos ofrecer de cara a recibir la oferta que más se ajuste a nuestras necesidades. En este sentido, por ejemplo, resulta clave destacar hechos como que la vivienda que estamos en proceso de comprar es nuestra primera vivienda. De este modo, podremos optar a planes más económicos que nos beneficiarán enormemente.

2. Cubrirnos en salud asociando un seguro de vida a la hipoteca. Tan importante es poder ajustar la cuantía de nuestra hipoteca con la entidad como prever qué será de ella en caso de accidente incapacitante o fallecimiento dado que, normalmente, la hipoteca deberá ser asumida por terceros vinculados con el afectado. Para evitar este tipo de situaciones es importante contar con un seguro de vida para hipoteca, que proteja a nuestros allegados y a las personas que deberán hacerse cargo de la misma dado el caso. Además, este procedimiento suele ser de carácter obligatorio para la concesión de cualquier tipo de crédito, por lo que como clientes debemos informarnos sobre el seguro de vida que mejor se adapta al tipo de préstamo que vamos a adquirir.

3. Conocer en detalle el tipo de comisiones a las que nos enfrentamos. A una hipoteca no solo vienen asociadas comisiones por apertura o cancelación temporal, sino que existen muchas otras que pueden ser derivadas del cambio de banco o por cambios consensuados en el tipo de interés. En este sentido, resulta fundamental conocer cuáles serían las comisiones que requiere nuestro banco para cada uno de estos supuestos.

4. Tener en cuenta el tipo de interés. Las hipotecas pueden poseer un interés variable, dentro del cual se establece que el pago se ajustará en función de los movimientos del Euribor, o un interés fijo, donde la cuota ha quedado establecida de manera inflexible para cada mes desde el inicio hasta el fin del pago. Del Euribor podemos esperar lo mejor, pero también puede jugarnos una mala pasada y debemos saber si seremos capaces de asumir un pago mensual algo más alto. La cuota fija, por su parte, permite un mayor alcance de la previsión, pero puede quedar desactualizada frente a la variabilidad del mercado en este terreno.

5. Leer con detenimiento el contrato. En muchas ocasiones, tras semanas o meses hablando de las condiciones de la hipoteca podemos creer tenerlo todo claro y pensar que quizá no es necesario fijarse en cada punto del contrato. La realidad es que sí es necesario y, para ello, los bancos poseen la obligación de entregar el contrato redactado a los clientes unos días antes de la fecha de la firma, para poder otorgarles el tiempo necesario para revisarlo con calma.

Aun teniendo en cuenta estos puntos, siempre es aconsejable contar con la ayuda de una empresa gestora que nos ayude a resolver aquellas cuestiones que nos planteen dudas, hasta que tengamos la tranquilidad de que estamos firmando algo que conocemos en profundidad.