Las mamparas permiten una separación real, pero manteniendo la sensación de espacialidad; también ayudan al aislamiento acústico y, por supuesto, a mantener la intimidad y la luz natural del espacio
Los espacios abiertos están muy de moda. Sin embargo, hay ocasiones en los que una empresa precisa tener ciertos rincones que, guardando una estética acorde al espacio global, goce de cierta intimidad.
Eso es lo que se consigue a través de las mamparas divisorias para oficinas y despachos. Son eficaces porque ahorran luz, al dejar penetrar la luminosidad natural, pero también aíslan espacial y acústicamente.
En la mayor parte de los casos, estas mamparas están fabricadas con cristal laminado y tienen unos soportes de aluminio. Por tanto, son materiales versátiles, que se adecuan a la ergonomía de los espacios, así como a su funcionalidad y organismo.
Un sistema de separación de espacios muy demandado
Por regla general, las mamparas para oficinas de cristal están siendo cada día más demandadas en el mercado, especialmente por las oficinas. No hay que olvidar que han aparecido muchos espacios de coworking, o espacios compartidos entre varias empresas con actividades diversas. Eso conlleva a que las divisiones de espacio se hagan para mantener la intimidad de cada empleado o empresa.
En ocasiones, pasa que también hay oficinas con espacios abiertos que, visualmente, no son cómodos, o crean sensación de vacío. En una línea ergonómica en cuanto a las percepciones sensoriales agradables, este tipo de separación, a través de mamparas, es una buena opción.
Consiste, pues, en poseer los mismos metros cuadrados pero de manera más optimizada, separando departamentos y creando pequeños espacios u office en los que relajarse, o donde hacer esperar a los clientes de manera cómoda, pero sin perderlos de vista.
Algunas características de estas mamparas
Como cada espacio, cada política de empresa y cada directivo que toma las directrices posee intereses concretos, lo mejor, siempre, es contratar a profesionales expertos en diseñar y asesorar sobre la implantación de separación, a través de mamparas para comprobar cuáles son las mejores opciones.
Evidentemente, estas mamparas pueden presentar diferentes alturas, así como acabados, tanto estéticos como funcionales. Por ejemplo, es posible proceder a técnicas que conlleven un aislamiento acústico efectivo o hacer que la luz natural sea un elemento al que darle prioridad.
En todo caso, lo que se pide es que el cliente quede satisfecho y para eso hay que estudiar su caso de manera pormenorizada. De esta manera, se pueden crear nuevos espacios en los que prima la intimidad, como salas de reuniones, también zonas de oficina o de espera. Todo dependerá, en cada caso, de las características y el origen de los servicios que presta el cliente.
Como es evidente, estas empresas encargadas de hacer el montaje y diseño de mamparas separadoras en oficinas, deben de hallar la solución integral a cada cliente que acude a ellas. Para eso, estas compañías han de afanarse en la idea de hallar un servicio cuidado y utilizar unos materiales y técnicas de alta calidad, vanguardistas y que cumplan con las expectativas actuales del mercado y las tendencias. Para conseguir todos esos objetivos lo mejor es marcar los conceptos de ergonomía y funcionalidad para asesorar a cada cliente, eso sí, desde la particularidad de cada uno.
Para finalizar, decir que hay que trabajar, en todo caso, desde la idea original del cliente, teniendo en cuenta sus gustos y preferencias. Porque eso ayudará a una supervisión de la instalación con los criterios más claros y siempre partiendo de la base de que la persona que contrata se siente partícipe de los resultados. También será interesante que la misma empresa sea la que se haga cargo de fabricar y montar la infraestructura, así como que sea la que diseñe los planos. Como es de lógica pensar, todo cliente que se precie exigirá que se cumplan los tiempos preestablecidos y una buena empresa de montaje debe acatarlos.