El índice de referencia para los préstamos hipotecarios concluye el noveno mes del año en -0,41%, la menor cifra de todos los tiempos.

El Euribor cierra el mes de septiembre en mínimos históricos. Pero, ¿qué significa y en qué puede afectar a una persona? Primero de todo hay que explicar qué es el Euribor. El Euro Interbank Offered Rate (Euribor) es el índice de referencia que informa del tipo de interés al que los bancos de la zona euro se prestan el dinero unos a otros y que también se usa para calcular los intereses de un préstamo o una hipoteca. 

Esta cifra va variando a diario y a partir de ahí una persona que esté inmersa en un crédito bancario o préstamo hipotecario podrá calcular los intereses que está pagando si tiene un tipo variable.

Pues bien, al cierre del mes de septiembre de 2020 el Euribor ha registrado su mínimo histórico desde que existe el índice, situándose de media en el noveno mes del año en -0,412%. Por tanto, a los clientes que en su día se les concediera un préstamo bancario o hipoteca de tipo variable, es decir, que los intereses fluctuaran en función del Euribor, están pagando menos sobrecargo que nunca antes. 

En sus 21 años de historia, el Euribor ha ido variando mes a mes su precio, desde el 3,062% del mes de enero de 1999 hasta este septiembre de 2020 donde concluye en los -0,412%. 

Este índice registró su cifra más alta en agosto de 2020, llegando al 5,248%, y ahora llega a su mínimo histórico. A raíz de la crisis mundial de 2008, el Euribor empezó a caer paulatinamente hasta que al término de febrero de 2016 registró un interés negativo (-0,08%). 

Y ha seguido fluctuando en términos negativos hasta que ahora, por primera vez, ha superado el -0,4%. Cuando llegó la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, parecía que el índice volvía a coger el camino hacia el 0, pero meses después ha seguido bajando.

¿Cómo afecta el Euribor en un préstamo hipotecario?

Es habitual que los ciudadanos acudan a los bancos para lograr un crédito o un préstamo hipotecario que les permita obtener financiación, comprar un coche o una casa y poder devolver el dinero prestado en plazos. 

Cuando un cliente acude a un banco con este fin, la entidad financiera comprobará la situación económica del demandante y a partir de ahí, decidirá si le concede o no el préstamo o qué porcentaje del que se solicita, teniendo la persona que afrontar una entrada. 

A la hora de solicitar una hipoteca la persona deberá decidir si la contrata a tipo de interés fijo o variable. En este segundo tipo es donde afectarán las subida y bajadas del Euribor. Conviene asesorarse bien sobre cuál es la más conveniente para cada uno, en función de las cantidades y de en cuántos años se vaya a liquidar el 100% del préstamo.

Por tanto, en una hipoteca de tipo variable hay que estar bien atento a la publicación mensual del Euribor, porque a partir de ahí se calculará el porcentaje de intereses que habrá que devolver a la entidad financiera que concedió el préstamo. En resumidas cuentas, cuanto más bajo esté este índice –ahora está en mínimos históricos- la cuota a abonar mensualmente será menor.

Para calcular el Euribor de una hipoteca de tipo variable habrá que atender al índice de referencia y al diferencial, la parte fija que se suma al Euribor. 

Por poner un ejemplo práctico, si el Euribor está en el 2% y el diferencial es del 1%, el interés de la hipoteca en ese momento será del 3%. Las revisiones para actualizar el pago se suelen hacer cada seis meses o anualmente.

Así las cosas, el Euribor es un índice del que están pendiente millones de personas en el mundo y que tras el mes de septiembre, todos los que tengan concedido un crédito bancario o hipoteca a largo plazo celebran que siga tocando mínimos históricos para seguir ahorrando unos euros.