El día a día en el Escuadrón de Caballería de la Policía Municipal de Madrid
Cada amanecer, los cerrojos de los establos se abren y el sonido alerta a los caballos. Sultán, Único y Virtuoso saben que una nueva jornada de trabajo ha comenzado. En las instalaciones del escuadrón, ubicado cerca de El Pardo, el rocío del Manzanares se posa sobre la arena mientras los potros se preparan para salir a trotar.
Una unidad policial única y especial
El Escuadrón de Caballería de la Policía Municipal de Madrid es una unidad especial dentro del cuerpo policial. Su ubicación, rodeada de árboles centenarios, le da un ambiente único. José Gabriel Campos, encargado de la doma de los nuevos potros, destaca la importancia de establecer una conexión especial con los caballos antes de formar parte de esta unidad.
No cualquiera puede formar parte de este escuadrón, hay requisitos previos y un curso de formación. Además, los agentes interesados deben pasar una prueba de monta para demostrar sus habilidades. El Escuadrón de Caballería tiene sus orígenes en el siglo XIX y ha evolucionado a lo largo de los años, adaptándose a los cambios y desafíos de la ciudad.
El proceso de doma y la relación entre jinetes y caballos
Los potros llegan a las instalaciones del escuadrón a los tres años de edad para comenzar el proceso de doma. Los agentes establecen un vínculo de confianza con cada caballo, superando el miedo al contacto y adaptándose a la silla y los sonidos de la ciudad.
Una vez que los potros están listos para comenzar sus servicios, se les asigna un jinete. La relación entre jinete y caballo es duradera y continua, adaptándose a las situaciones y cambios constantes que Madrid impone. Cada día, se realizan asignaciones de turnos para asegurar que los agentes trabajen con los caballos con los que han establecido un fuerte vínculo.
El cuidado de los caballos y su servicio a la ciudad
En las cuadras, los caballos se mantienen separados por capas y se les cuida constantemente. Su apariencia y presencia son importantes ya que recorren los principales puntos de la ciudad. Algunos caballos se ‘jubilan’ y son destinados a refugios o asociaciones de equinoterapia, pero otros terminan sus días con los agentes que han sido sus compañeros de trabajo.
La mayoría de los caballos en el escuadrón son de pura raza española, pero también se han incorporado ejemplares de otras castas en el pasado. Gracias a un convenio con la Yeguada Militar, el escuadrón puede adquirir nuevos miembros equinos. Destaca Único, un caballo de intenso color negro que destaca entre los castaños.
La rutina diaria y los desafíos de entrenamiento
El día a día en el escuadrón está lleno de actividad. Los caballos se preparan para el servicio, mientras el equipo de limpieza y veterinarios se encargan de su cuidado. El herrero revisa el estado de los cascos de los caballos para asegurar su buen estado. Los caballos más jóvenes se entrenan junto a caballos más experimentados, enfrentándose a sonidos y situaciones variables.
El escuadrón cuenta con más de 30 caballos y unos 45 agentes de policía. Gabriel Campos, el encargado de la doma, destaca que la unidad recibe visitas de grupos escolares, donde cientos de niños pueden disfrutar del espectáculo de los caballos en escuadrón. La jornada de trabajo comienza y la patrulla se aleja en el horizonte, marcando así el inicio de un nuevo día junto a sus fieles amigos equinos.